Para el año 2015, es posible que 30 millones de estudiantes en América Latina cuenten con un dispositivo electrónico de uso personal, destinado a apoyar a sus aprendizajes. Esto representa un enorme desafío educativo.
Interesante documento elaborado por el BID en el que propone considerar la incorporación de las TIC en la educación como un elemento innovador, que necesariamente obliga a cambiar tanto prácticas educativas como ciertos aspectos de los sistemas escolares.
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